Ubuntu como
filosofía no puede ser parte específica y concreta de un solo aspecto, debe
conformar un todo heterogéneo y amplísimo donde desarrollarse con absoluta
libertad. Surgió “públicamente” a partir de una sensación, de una vivencia de
un antropólogo y este término que parte de la lengua Xhosa quedó arraigado
desde entonces en la forma de proceder y entender nuestro día a día.
Podríamos caer
en la tentación de delimitarlo y ese sería el primer gran error. Ubuntu implica
diferencia, globalidad, interdependencia entre seres humanos, realidad y
necesidad vital, “yo soy porque nosotros
somos”, es misión de todos investigar en los ojos que estén frente a
nosotros y entender que existen vínculos que nos llevan a un aprendizaje mutuo
y sin fin.
Cuando la apasionante
aventura que supone vivir nos comunique con el prójimo tenemos que captar todo
cuanto nos pueda enseñar, asumir cada segundo con la humildad del que no sabe
nada y desea gozar de la plenitud de una nueva enseñanza. Ubuntu no entiende de
COMPETIR, sino de COMPARTIR, de dignidad, de respeto, de creer que el hombre
EXISTE a partir del amor pero no INSISTE en él…
Si no se
DISTINGUE, se EXTINGUE…Hagamos de este modo de correspondencia existencial
nuestro marca, ahoguemos la mediocridad del egoísta con un manantial de
humanismo y sintamos en la reciprocidad la satisfacción de cada instante.
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