lunes, 28 de octubre de 2013

   Lcdo.      ANTONIO  MARTÍN   SORO



                        Cada vez considero más necesaria una visión hacia lo que somos y lo que no podemos dejar de entender como parte de nosotros. ECUADOR SUPONE MESTIZAJE, NO SEGREGACIÓN NI ESTEREOTIPOS ABSURDOS Y MALÉVOLOS. DEJEMOS DE ENTENDERNOS MEJOR A NADIE, NECESITO DEL AFROECUATORIANO TANTO COMO DEL INDÍGENA Y DEL MESTIZO O ACASO COLABORACIÓN ENTIENDE DE RAZAS. PARA MI NOOOOOOOOOOO....
                       Aquí les dejo unas curiosidades y el link :http://afros.wordpress.com/notas-curiosas-1/


NOTAS CURIOSAS

Economía

La economía latinoamericana es una economía esclavista que se hace la posmoderna: paga salarios africanos, cobra precios europeos, y la injusticia y la violencia son las mercancías que produce con más alta eficiencia.

Puntos de Vista

• Desde el punto de vista del oriente del mundo, el día del occidente es noche
• En la India, quienes llevan luto visten de blanco
• En la europa antigua, el negro, color de la tierra fecunda, era el color de la vida, y el blanco, color de los huesos, era el color de la muerte.
• Según los viejos sabios de la región colombiana del Chocó, Adán y Eva eran negros, y negros eran sus hijos Caín y Abel. Cuando Caín mató a su hermano de un garrotazo, tronaron las iras de Dios. Ante las furias del Señor, el asesino palideció de culpa y miedo, y tanto palideció que blanco quedó hasta el fin de sus días. Los blancos somos, todos, hijos de Caín

Los mitos, los ritos y los hitos

En las Américas, y también en Europa, la policía caza estereotipos, culpables del delito de portación de cara. Cada sospechoso que no es blanco confirma la regla escrita, con tinta invisible, en las profundidades de la conciencia colectiva: el crimen es negro, o marrón, o por lo menos amarillo
Esta demonización ignora la experiencia histórica del mundo. Por no hablar más que de estos últimos cinco siglos, habría que reconocer que no han sido para nada escasos los crímenes de color blanco. Los blancos sumaban no más que la quinta parte de la población mundial en tiempos del Renacimiento, pero ya se decían portadores de la voluntad divina. En nombre de Dios, exterminaron a cuántos millones de indios en las Américas y arrancaron a quién sabe cuántos millones de negros del África.
Blancos fueron los reyes, los vampiros de indios y los traficantes negreros que fundaron la esclavitud hereditaria en América y en África.
Blancos fueron los autores de los incontables actos de barbarie que la Civilización cometió, en los siglos siguientes, para imponer, a sangre y fuego, su blanco poder imperial sobre los cuatro puntos cardinales del globo.
Blancos fueron los jefes de estado y los jefes guerreros que organizaron y ejecutaron, con ayuda de los japoneses, las dos guerras mundiales que en el siglo veinte mataron a sesenta y cuatro millones de personas, en su mayoría civiles; y blancos fueron los que planificaron y realizaron el holocausto de los judíos, que también incluyó a rojos, gitanos y homosexuales, en los campos nazis de exterminio.

Sobre todo El Racismo

A partir del Renacimiento, y de la conquista de América, el racismo se articuló como un sistema de absolución moral al servicio de la glotonería europea. Desde entonces, el racismo impera en el mundo: en el mundo colonizado, descalifica a las mayorías; en el mundo colonizador, margina a las minorías.
El racismo sólo reconoce la fuerza de la evidencia de sus propios prejuicios. Está probado que el arte africano ha sido fuente primordial de inspiración, y muchas veces también objeto de plagio descarado, para los pintores y escultores más famosos del siglo veinte; y parece también indudable que los ritmos de origen africano están salvando al mundo de la muerte por tristeza o bostezo. ¿Qué sería de nosotros sin la música que del África vino y generó nuevas magias en Brasil, en los Estados Unidos y en las costas del mar Caribe? Sin embargo, a Jorge Luis Borges, a Arnold Toynbee y a muchos otros valiosos intelectuales contemporáneos, les resultaba evidente la esterilidad cultural de los negros.

El lenguaje

En la América hispana, un nuevo vocabulario ayudó a determinar la ubicación de cada persona en la escala social, según la degradación sufrida por la mezcla de sangres.
Mulato era, y es, el mestizo del blanco y negra, en obvia alusión a la mula, hija estéril del burro y de la yegua, mientras muchos otros términos fueron inventados para clasificar los mil colores generados por los sucesivos revoltijos de europeos, americanos y africanos en el Nuevo Mundo.
Nombres simples, como castizo, cuarterón, quinterón, morisco, cholo, albino, lobo, zambaigo, cambujo, albarazado, barcino, coyote, chamiso, zambo, jíbaro, tresalbo, jarocho, lunarejo y rayado, y también nombres compuestos, como torna atrás, ahí te estás, tente en el aire y no te entiendo, bautizaban a los frutos de las ensaladas tropicales y defendían la mayor o menor gravedad de la maldición hereditaria.

Estereotipos

Pareces indio, o hueles a negro, dicen algunas madres a los hijos que no quieren bañarse, en los países de más fuerte presencia indígena o negra. Pero los cronistas de Indias registraron el estupor de los conquistadores, ante la frecuencia con que los indios se bañaban; y desde entonces han sido los indios, y más tarde lo esclavos africanos, quienes han tenido la gentileza de trasmitir, a los demás latinoamericanos, sus costumbres de higiene.
Los indígenas son cobardes y los negros asustadizos, pero ellos han sido siempre buena carne de cañón en las guerras de conquista, en las guerras de independencia, en las guerras civiles y en las guerras de fronteras de América latina. En el siglo diecinueve, la guerra de independencia fue una hecatombe para los negros argentinos, siempre ubicados en la primera línea de fuego. En la guerra contra Paraguay, los cadáveres de los negros brasileños regaron los campos de batalla.
En tiempos recientes, los indios y negros pusieron los muertos en la guerra entre Ecuador y Perú; y no había más que soldados indios en los ejércitos que arrasaron las comunidades indias en las montañas de Guatemala: los oficiales, mestizos, cumplían en cada crimen una feroz ceremonia de exorcismo contra la mitad de su sangre.

Interpretaciones

Desde los tiempos de la conquista y de la esclavitud, a los indios y a los negros les han robado los brazos y las tierras, la fuerza de trabajo y la riqueza; y también la palabra y la memoria. En el río de la Plata, quilombo significa burdel, caos, desorden, relajo, pero esta voz africana, de la lengua bantú, quiere decir, en verdad, campo de iniciación. En Brasil, quilombos fueron los espacios de libertad que fundaron, selva adentro, los esclavos fugitivos. Algunos de esos santuarios duraron mucho tiempo. Un siglo entero vivió el reino libre de Palmares, en el interior de Alagoas, que resistió más de treinta expediciones militares de los ejércitos de Holanda y Portugal. La historia real de la conquista y la colonización de las Américas es una historia de la dignidad incesante. No hubo día sin rebelión, en todos los años de aquellos siglos; pero la historia oficial ha ninguneado casi todos esos alzamientos, con el desprecio que merecen los actos de mala conducta de la mano de obra. Al fin y al cabo, cuando los negros y los indios se negaban a aceptar como destino la esclavitud o el trabajo forzado, estaban cometiendo delitos de subversión contra la organización del universo.

Los héroes y los malditos

Dentro de algunos atletas, habita un gentío. En los años cuarenta, cuando los negros norteamericanos no podían compartir con los blancos ni siquiera el cementerio, Jack Robinson se impuso en el béisbol. Millones de negros pisoteados reconocían su dignidad en este atleta que brillaba como nadie en un deporte que era exclusivo para blancos. El público lo insultaba y le tiraba maníes, los rivales lo escupían; y en su casa recibía amenazas de muerte. En 1994, mientras el mundo aclamaba a Nelson Mandela y su larga pelea contra el racismo, el atleta Josiah Thugwane se convertía en el primer negro sudafricano que ganaba una olimpíada. En estos últimos años, está siendo normal que los trofeos olímpicos queden en manos de Kenia, Etiopía, Somalia, Burundi o Sudáfrica. Tiger Woods, llamado el Mozart del golf, está triunfando en un deporte de blancos ricos; y hace ya muchos años que son negros los astros del baloncesto y del boxeo. Son negros, o mulatos, los jugadores que más alegría y belleza dan al fútbol. Según el doble discurso racista, es perfectamente posible aplaudir a los negros exitosos y maldecir a los demás. En la Copa del Mundo que ganó Francia en el 98, eran inmigrantes casi todos los futbolistas que vestían la camiseta azul y al son de la Marsellesa iniciaban cada partido. Una encuesta realizada en esos días confirmó que cuatro de cada diez franceses tienen prejuicios racistas, pero todos los franceses celebraron el triunfo como si los negros y los árabes fueran hijos de Juana de Arco.

Justicia

En 1997, un automóvil de chapa oficial venía circulando a velocidad normal por una avenida de San Pablo. En el automóvil, nuevo, caro, viajaban tres hombres. En un cruce, los paró un policía. El policía los hizo bajar y durante cerca de una hora los tuvo manos arriba, y de espaldas, mientras les preguntaba una y otra vez dónde habían robado ese automóvil. Los tres hombres eran negros. Uno de ellos, Edivaldo Brito, era el Secretario de Justicia del gobierno de San Pablo. Los otros dos eran funcionarios de la Secretaría. Para Brito, esto no tenía nada de nuevo. En menos de un año, le había ocurrido cinco veces. El policía que los había detenido era, también, negro.

Así se prueba que los negros son inferiores

(Según pensadores de los siglos dieciocho y diecinueve)
Voltaire, escritor anticlerical, abogado de la tolerancia y de la razón: Los negros son inferiores a los europeos, pero superiores a los monos. Barón de Montesquieu, padre de la democracia moderna: Resulta imposible que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo negro. Karl von Linneo, clasificador de las plantas y de los animales: El negro es vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas. David Hume, entendido en entendimiento humano: El negro puede desarrollar ciertas habilidades propias de las personas, como el loro consigue hablar algunas palabras. Etienne Serres, sabio en anatomía: Los negros están condenados a ser primitivos, porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. Francis Galton, padre de la eugenesia, método científico para impedir la propagación de los ineptos: Un cocodrilo jamás podrá llegar a ser una gacela, ni un negro podrá jamás llegar a ser un miembro de la clase media. Louis Agassiz, prominente zoólogo: El cerebro de un negro adulto equivale al de un feto blanco de siete meses; el desarrollo del cerebro se bloquea, porque el cráneo del negro se cierra mucho antes que el cráneo del blanco.
Fuente: Eduardo Galeano “La escuela del mundo al revés” Patas Arriba. Edic. 2004

2 comentarios:

  1. Llegue a la conclusión que Somos nosotros mismos quienes ponemos esteriotipos a las personas nos dejamos influenciar por el aspecto fisico mas no por quienes son de donde vienen y a donde quieren llegar. es momento que reaccionemos y nos demos cuenta que antes de cambiar al mundo debemos de cambiar nuestra mentalidad.los negros, indios, blancos, mestizos, mulatos entre otros somos seres humanos que sentimos, y tenemos derechos y obligaciones por igual que cumplir.

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  2. Los estereotipos con creados por los hombres y es nuestro deber como humanos romperlos, todos poseemos distintas cualidades valiosas que no son solo para uno mismo hacer uso de ellas, sino tambien para compartirlas. Si nos unieramos con un firme propósito lograríamos mucho mas.

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